Los inmigrantes libaneses fueron y serán siempre un mensaje de civilización y un candil de paz entre los pueblos de buena voluntad.

A través de la historia de la civilización, los Fenicios ( pueblo semita cananeo inmigrante de la península Arábiga), navegantes, descubridores, fundadores y comerciantes, realizaron innumerables aportes a la humanidad, comenzando por el alfabeto, creadores e inventores de muchos oficios.

Durante 3.000 años navegaron y comercializaron por todo el Mar Mediterraneo y demás mares del mundo conocido hasta entonces, fundando ciudades y llevando consigo todo el bagaje de conocimientos que desarrollaron cómo : el color púrpura, el vidrio, la metalurgia, el papel, las joyas, el alfabeto de 22 consonantes, los griegos lo adoptaron y agregaron sonidos vocales.

Ejercieron el comercio y la navegación, además fueron creadores de las primeras comunidades organizadas de pastores y agricultores, en breves palabras, realizan aportes importantes a saber: los principios de la libertad y democracia, que enseñaron a los griegos y estos a su vez difundieron.

Cómo vemos desde tiempos inmemorables la migración ha sido natural y normal en el ser humano, más la migración de nuestros antepasados fenicios y libaneses de hoy han dejado la marca sellada con todos sus aportes que a través del tiempo están y estarán presentes en la humanidad.

Los libaneses son emigrantes por antonomasia, diría civilizadores, hay libaneses en las ciudades más importantes del mundo, como así también en los lugares más recónditos e inimaginables, los emigrantes libaneses dejaron su tierra milenaria viajando como lo hicieron todos los emigrantes del mundo, soñando y sufriendo sus amargas realidades, de cualquier manera atrás quedaron los cedros eternos del querido Libano, el Mediterraneo, las montañas, el agua de las vertientes donde saciaban su sed, atrás quedaba la herencia de los Fenicios y allá lejos en el horizonte Europa, África ó América los esperaba ofreciendo nuevas oportunidades.

En America se quedan no sólo a vivir , forman sus familias, mueren aquí, entregan sus cuerpos como tributo de gratitud a la tierra que los acogió. No sólo llevaban el cedro en sus corazones, sino que ellos mismos eran gigantescos cedros, honrando con dignidad y amor a la tierra que los vió nacer y respetando y amando a su nueva patria.

Alrededor del año 1860 comienzan a llegar inmigrantes libaneses, siendo la tercera colectividad en nuestro país, hay más de veinte millones de libaneses en el mundo y aquí estamos parte de sus descendientes, orgullosos de nuestros hidalgos inmigrantes, involucrados en el que hacer cotidiano, en todos los estamentos sociales, políticos , culturales en cada lugar que nos ha tocado vivir “.

El 4 de octubre del año 2000, el Concejo de Ministros del Líbano resolvió:
“Que el último día de la segunda semana de marzo se celebre “ El día mundial del emigrado libanés “.

Estas humildes palabras están dedicadas a todos los emigrados libaneses.

Jorge AbuGauch , Córdoba , Argentina.