En el corazón de un país que no me vio nacer, pero que me ha abierto sus brazos con calidez, me encuentro hoy conmemorando una fecha que vibra en el alma de cada argentino: el Día de la Independencia. Soy migrante, hijo o hija de otras tierras, pero en este suelo he encontrado un nuevo hogar, una nueva identidad, un nuevo canto de libertad que resuena con el mío propio.
Lejos de mi tierra natal, el significado de este día adquiere una dimensión aún más profunda. La independencia que se celebra hoy no solo representa la ruptura de lazos políticos con una potencia extranjera, sino también la conquista de un sueño colectivo: la construcción de una nación libre, soberana y próspera. Un sueño que, como migrante, comparto y anhelo con igual fervor.
En cada acto conmemorativo, en cada bandera celeste y blanca que ondea con orgullo, en cada canción patria que se entona con fervor, veo reflejada la lucha incansable de aquellos hombres y mujeres que forjaron este país. Admiro su valentía, su tenacidad, su inquebrantable espíritu de libertad.
Soy parte de esa historia, un eslabón más en la cadena de generaciones que han construido Argentina. Mis raíces se extienden más allá de las fronteras, pero mi corazón late al ritmo de este país que me ha acogido. Hoy, en este Día de la Independencia, me uno a la celebración con un profundo sentimiento de gratitud y orgullo.
Gratitud por la oportunidad de formar parte de esta nación vibrante y diversa, por la posibilidad de construir aquí mi futuro y el de mis seres queridos. Orgullo por ser parte de un pueblo que no se rinde ante las adversidades, que siempre busca superarse y alcanzar nuevos horizontes.
El Día de la Independencia, para mí, como migrante, es un recordatorio de que la libertad no tiene fronteras. Es un canto a la esperanza, un llamado a la unidad, una invitación a construir juntos un futuro aún más próspero y justo para todos los que habitamos este suelo.
En este día especial, levanto mi voz junto a la de mis hermanos y hermanas argentinos, para celebrar la libertad conquistada y para reafirmar nuestro compromiso con los valores que hacen grande a esta nación: la solidaridad, la justicia, la igualdad y el respeto por la diversidad.
¡Viva Argentina! ¡Feliz Día de la Independencia!
Un migrante, en cualquier momento de la historia de nuestra nación.
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