El 16 de agosto, la comunidad piemontesa en Argentina conmemora la llegada de sus ancestros y destaca el legado de Don Bosco, un referente en educación y valores.

Este 16 de agosto, la comunidad piemontesa en Argentina se une en celebración para conmemorar el Día del Inmigrante Piemontés. Esta fecha, instaurada hace tres años, rinde homenaje a los numerosos italianos que, provenientes de la región del Piamonte, eligieron nuestro país como su nuevo hogar a fines del siglo XIX y principios del XX.

La elección del 16 de agosto no es arbitraria. Coincide con el natalicio de Giovanni Melchiore Bosco, más conocido como Don Bosco. Este sacerdote salesiano, nacido en 1815, es considerado un referente en el ámbito educativo y social. Su legado se encuentra profundamente arraigado en la historia argentina, especialmente en las provincias de Córdoba, Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y La Pampa, donde se establecieron gran parte de los inmigrantes piemonteses.

Don Bosco, a través de la Congregación Salesiana, impulsó un modelo educativo innovador basado en la prevención y la formación integral de los jóvenes. Sus principios, como el trabajo, la honestidad y la solidaridad, se convirtieron en una guía para muchos inmigrantes y sus descendientes.

La obra de Don Bosco y los salesianos en Argentina fue fundamental en la construcción de un tejido social sólido y en el desarrollo de numerosas localidades. Su influencia se percibe hasta el día de hoy en la cultura del trabajo, el espíritu comunitario y los valores familiares que caracterizan a muchas comunidades argentinas.

Al celebrar el Día del Inmigrante Piemontés, los argentinos de origen piemontés honran la memoria de sus ancestros y reafirman su identidad. Asimismo, reconocen la importancia de preservar las tradiciones y los valores que los unen a su tierra natal.