La comunidad senegalesa de Córdoba celebró el pasado 13 de agosto el Gran Magal de Touba 2025, una de las festividades religiosas más significativas para los seguidores de la hermandad sufí Muridiyya. Este evento, conocido por la comunidad como el Día de Acción de Gracias, conmemora el exilio del Sheikh Ahmadou Bamba, líder espiritual que transformó la persecución colonial en un símbolo de fe y resistencia pacífica.

El salón del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas, ubicado en pleno centro de la ciudad de Córdoba, se convirtió en el punto de encuentro para los senegaleses residentes en la provincia. La celebración, que se realiza anualmente, es un evento abierto a la comunidad en general, sirviendo para honrar al líder espiritual de la cofradía muride, a la que pertenece la mayoría de los senegaleses en la región.

El festejo contó con la participación del Centro de Atención a Personas Migrantes y Refugiadas (CAPeM) de la Municipalidad de Córdoba, junto a su directora, la Licenciada Verónica Sudar. La presencia de funcionarios en el evento subrayó el papel del Magal como un puente de diálogo intercultural y una oportunidad para fomentar la convivencia pacífica.

El significado de celebrar el Magal fuera de Senegal es profundo. Para la diáspora senegalesa, estos eventos son cruciales para mantener viva su identidad cultural y religiosa. En ciudades como Córdoba, estas reuniones no solo sirven para la oración y el cántico de poemas sagrados, sino que también fortalecen los lazos sociales y la solidaridad dentro de la comunidad, actuando como un ancla de conexión con su tierra natal. A través de la festividad, las nuevas generaciones, nacidas y criadas fuera de Senegal, pueden comprender y valorar sus raíces, preservando las tradiciones y el legado de Ahmadou Bamba.