La presidenta de la Unión de Colectividades de Inmigrantes de Córdoba (UCIC), Marta Guerreño López, se pronunció en el Día del Inmigrante con un discurso que mezcló celebración y preocupación.

En un evento que reunió a autoridades y colectividades en el Cabildo de la ciudad, Guerreño López destacó los logros de su organización y la Secretaría de la Mujer, pero también alzó la voz ante lo que considera una «pérdida de derechos» con la aprobación del DNU 366/25.

Guerreño López, quien también es funcionaria de la Secretaría de la Mujer de Córdoba, destacó que «la oficina de Mujeres Migrantes y sus Familias es como una ampliación de la UCIC». En este espacio, aseguró, se han transformado vidas: «casi 40 mujeres que sufrían violencia pudieron retornar a sus hogares… gestionamos miles de documentos, becas y otras formas de ayuda… acompañamos procesos que devuelven dignidad y esperanza». La presidenta de la UCIC agradeció la cooperación de los consulados de Bolivia, Brasil, España, México y Perú, e instó a los demás a tener en cuenta sus pedidos, ya que «una cooperación rápida puede salvar vidas».

Un reclamo por los derechos
A pesar del tono festivo del evento, Guerreño López no esquivó los temas más álgidos que preocupan a la comunidad migrante. Se refirió a dos puntos clave: la falta de derechos políticos plenos y el impacto del DNU 366/25.

Sobre el decreto, expresó su angustia y crítica: «se modificó, como se dice ‘de un plumazo’, una ley modelo, la 25871 que llevó años de discusión». La ley original, aprobada en 2003 por unanimidad, es un ejemplo de consenso que el decreto, según Guerreño López, ignora. La funcionaria alertó sobre el riesgo de arancelamiento de la salud y la educación y la falta de pronunciamiento por parte de los gobiernos provincial y municipal. «Necesitamos saber qué nos espera cuando ese decreto se reglamente y entre totalmente en vigencia. Cuán vulnerable quedaremos», declaró. Aclaró, además, que la preocupación no se limita a quienes están en situación irregular, sino que también afecta a quienes tienen «radicación temporaria», que en Córdoba suman «más de 120 mil migrantes».

El segundo punto de su reclamo fue el «derecho político pleno». Si bien los migrantes pueden votar en elecciones locales, la burocracia de la inscripción previa «complejiza y, muchas veces, limita el acceso efectivo a ese derecho». Para Guerreño López, la participación ciudadana no puede depender de «obstáculos administrativos que desalientan la voz del migrante en las urnas».

«No dejemos que el miedo o la indiferencia nos dividan»
Guerreño López cerró su discurso con un llamado a la unidad y la firmeza. «En este Día Nacional del Inmigrante, no solo celebramos: también levantamos la voz con respeto, pero con firmeza». Su mensaje final fue una apelación a las autoridades y a las propias comunidades migrantes: «Que nuestras autoridades escuchen. Que nuestras comunidades se unan y compartan. Y que no dejemos que el miedo o la indiferencia nos dividan». Concluyó con una frase que ha resonado en la lucha por los derechos de los migrantes: «Porque como dice la ley votada democráticamente ‘migrar es un derecho'».